"A vida é o que fazemos dela. As viagens são os viajantes. O que vemos, não é o que vemos, senão o que somos."
Fernando Pessoa

martes, 26 de octubre de 2010

Razones para no escuchar música

Música. Me dicen que vuelva con una frase y a mí lo único que se me ocurre es “música”. Pero qué irónica sorpresa. La música: eso que hay que evitar oír. O, al menos, que hay que manejar con precaución, con mucha precaución. Porque o es frágil, o pincha, o suena mucho, o no suena a nada.

En una ocasión, un rubio aficionado a las bicis (todo lo contrario a mí) me dijo: “La música, ahhh, la música… La música, tía, es lo que siempre está ahí. Tus grupos favoritos, tía, los cantantes que siempre te han acompañado, tía, ellos siempre estarán ahí. Cuando todo lo demás falle, cuando todo a tu alrededor se desmorone, tía, la música que te hace vibrar estará ahí esperándote (tía).” Durante cinco segundos estuve de acuerdo con él.

Si esta mañana hubiese estado escuchando música, comme d’habitude, cuando la flor de la ducha golpeó mi cabeza, todo habría sido mucho más confuso, y de seguro habría estropeado para siempre “Soma” de los Strokes, en el futuro probablemente asociada a una situación de patosa indefensión. Si, en el momento de abrir la pequeña ventana de mi ídem habitación, hubiera estado escuchando algo de mi Ale (sólo por probar si funcionaba lo que aseguraba el rubio de más arriba) me habría perdido el maravilloso acontecimiento de hoy, a saber: el trascendental paso en la vida de la niñita del segundo, cuya ventana de la cocina también da al patio, y que en este martes, por fin, ha decidido dar un respiro a su papá y beberse diligentemente su colacao, sin rechistar y haciendo creer a sus ingenuos vecinos que mañana no volverá a llorar. Si, al subirme a mi autobús verde, hubiera ido escuchando “Step Into My Office, Baby” no habría oído al conductor preguntarme por qué no vine ni un solo día de la semana pasada, yo no habría podido contestarle, él me habría tomado por una maleducada y nunca más habría vuelto a acceder a mi petición de bajarporfavorunpoquillolacalefacciónquemeahogoenestehorno. Si, más tarde, hubiera preferido escuchar a Kurt diciéndome “My girl, my girl, don’t lie to me” en lugar de prestar atención a mi compañera de viaje, no habría podido saber que el horóscopo de hoy me recomendaba cautela en mis palabras y, por tanto, quién sabe qué sarta de sandeces habrían salido de mi boca en este día (ni más ni menos, la sarta de sandeces que merecían salir de mi boca en este día). Si luego, en el metro, hubiera tenido “You and your heart” en los auriculares, no habría podido escuchar cómo un chico barbudo le contaba a una bonita pelirroja (sin duda, para impresionar) que ha comenzado una exposición de Renoir en no sé qué museo , yo no habría podido anotar mentalmente mirar en internet los horarios, no habría podido dejarlo para más tarde hasta que se acabara la muestra, y no habría podido conservar en mi memoria “aquella exposición que no recuerdo bien si visité o no, quizás sí, ah sí ya me acuerdo, creo que me gustó”. Si, al fin, al caer la tarde en mi salón, hubiera estado escuchando “Cry to me”, no habría podido darme cuenta de lo mucho que añoraba escribir en este blog, y mi humor estaría a la altura del día de hoy: gris tirando a negro, a pesar de que hoy sea martes y marrón.

El silencio, aunque a algunos bichos que conozco les ponga nervioso, qué bien suena…

Y diré algo, puesto que la libertad de expresión existe (en mi blog, claro): los músicos no saben escribir. Es más, los músicos escriben horrorosamente mal. Dicho esto, intuyo que no faltarán personas ansiosas de corroborar que yo canto peor. Muchísimo peor. Les invito a que escuchen esta canción:

http://www.youtube.com/watch?v=dYlAwvz8uwc

Pero no hagan nada más, por favor, sobre todo no se duchen, sólo escuchen, sin más. Porque si un amplificador (sin válvulas) se une a un pedal (boutique) para conectarlo a una guitarra (Fender) con pastillas (humbucker) y acompañar a un micrófono (cardioide) mientras se usa un cabezal (con twitters) y se mezcla todo con una consola de 24 (canales) para acabar editando con Pro Tools (HD), entonces se deja de escuchar música y, así, convendrán conmigo en que es preferible el silencio, sobre todo aquél que pone nerviosos a ciertos bichos feos.

7 comentarios:

María Arriaza dijo...

Ah! pero tú también vuelves? no puedo creer que después de tanto tiempo nos pongamos de acuerdo para volver!! el mismo día?? te quiero precioza

Anónimo dijo...

Delicioso y más.

¡Gracias!

Peter

Anónimo dijo...

Estoy con Peter.

No soy Peter

Anónimo dijo...

.
Hmmm, no, no estabamos juntos.

Peter.

Anónimo dijo...

Il faudrait peut-être que l'on ecrive soit en français, soit en espagnol (soit en anglais, quand même) pour mieux distinguer chacun d'entre tes admirateurs, tes supporteurs, tes fans, alors? :-)))

Alisa dijo...

Ben, alors, ça sert à quoi s'ils sont tous anonymes? :)

Anónimo dijo...

Genial. Me ha gustado.

PD: tweeter en vez de twitter y hubiera sido perfecto.