"A vida é o que fazemos dela. As viagens são os viajantes. O que vemos, não é o que vemos, senão o que somos."
Fernando Pessoa

lunes, 31 de enero de 2011

Des étoiles

La inmensidad del mar, el olor suave de los pinos mezclándose con la sal bajo un cielo cuajado de estrellas. Son todas para ti, te susurran las ramas. Míralas, vuela, viaja entre ellas y encuéntrala. Encuentra la Osa Mayor: esas cuatro estrellas con colita que tan bien conoces. Es un regalo, es para ti. El mapa lo llevas dentro. Ella te espera, es amiga tuya, y quiere que la encuentres. Encuéntrala, o mejor, búscala. Y, segura, alzas tu mirada y la buscas, y la buscas, y la buscas… Y no la encuentras. Qué raro, con lo bonitas que están esta noche todas las estrellas.

Y, de repente, no hay agujas de pino sino baldosas. Y en un techo demasiado blanco, desde unos apliques de luz mal colocados, la Osa Mayor te encuentra. Y tú la descubres rápido porque papá te enseñó a buscarla, en la sierra, en cálidas noches de agosto.

Lo que nunca te dijo es
que también se podía ver en techos pálidos
en una fría noche de enero. En otra latitud.


Con la estrella polar en el suelo.


3 comentarios:

María Arriaza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María Arriaza dijo...

Arriba. No busques cosas por el suelo. Tú mira pa arriba, que es como hay que mirarte a ti.

Anónimo dijo...

Tu papá te podía haber dicho algo tan fácil como que la estrella polar la encuentras si sigues una línea imaginaria con las dos estrellas de atrás de la osa mayor o que es la última de la cola de la osa menor .
La osa mayor y la estrella polar están muy cerca. Solo la separa una larga fila de estrellas, el dragón. Así que en esa fría noche de enero entre el techo y el suelo el dragón eras tú.