"A vida é o que fazemos dela. As viagens são os viajantes. O que vemos, não é o que vemos, senão o que somos."
Fernando Pessoa

domingo, 23 de diciembre de 2007

es könnte auch anders sein


"Daba vueltas en la cama mientras Teresa dormía y se acordaba de lo que había dicho hacía tiempo en una conversación intrascendente. Estaban hablando de su amigo Z. y ella afirmó: Si no te hubiera encontrado a ti, seguro que me hubiera enamorado de él.

Ya en esa ocasión aquellas palabras le produjeron a Tomás una extraña melancolía. Y es que de pronto se dio cuenta de que era mera casualidad el que Teresa lo amase a él y no a su amigo Z. Se dio cuenta de que, además del amor de ella por Tomás, hecho realidad, existe en el reino de lo posible una cantidad infinita de amores no realizados por otros hombres.

Todos consideramos impensable que el amor de nuestra vida pueda ser algo leve, sin peso; creemos que nuestro amor es algo que tenía que ser; que sin él nuestra vida no sería nuestra vida. Nos parece que el propio huraño Beethoven, con su terrible melena, toca para nuestro gran amor su es muss sein! (Tiene que ser!)

Tomás se acordaba del comentario de Teresa sobre el amigo Z. y constataba que la historia del amor de su vida no iba acompañada del sonido de ningún es muss sein!, sino más bien por el de es könnte auch anders sein: también podía haber sido de otro modo."


"Cuando Tomás regresó de Zurich a Praga, le invadió una sensación de malestar al pensar que su encuentro con Teresa había sido producido por seis casualidades improbables.

¿Pero un acontecimiento no es tanto más significativo y privilegiado cuantas más casualidades sean necesarias para producirlo?

Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días, es mudo. Sólo la casualidad nos habla. Tratamos de leer en ella como leen las gitanas las figuras formadas por el poso del café en el fondo de la taza."


(La Insoportable Levedad del Ser. Milan Kundera)

1 comentario:

María O.C. dijo...

No se si fue el azar, el destino o esa paradoja casual de la que se habla en el relato y que a veces se apodera de nuestras experiencias. Lo que si embargo veo claro e incluso me atreveria a decir que transparente fue la gran suerte que he tenido al conocerte marcianita¡¡¡¡ Aunque vengas de otro planeta como bien dice algun amigo mio del otro lado del charco, me alegro mucho de que tu nave aterrizara en Lyon y se encontrara con la mia..... el año se acaba.... pero sabes que? Heuresement la erasmus continua...jejejej¡¡¡¡
Con afecto: tu moco
Un diez para esta entrada del blog.... elle m'a touche ehhh¡¡¡ jejejej
merci